Citas Bíblicas (Reina Valera 1960) y Estudios Cristianos | |||
Cultura Bíblica : Los Griegos | |||
El período helenístico Durante la época helenística se extendió considerablemente el uso del griego, y muchos judíos residentes en la "diáspora" (o "dispersión") se habituaron a utilizarlo como lengua propia. Llegó un momento en que se hizo necesario traducir la Biblia hebrea para atender a las necesidades religiosas de las colonias judías de habla griega. Esta traducción, llamada Septuaginta o Versión de los Setenta (LXX), fue realizada aproximadamente entre los años 250 y 150 a.C. Durante el reinado del seléucida Antíoco IV Epífanes (175–163 a.C.), se produjo en Palestina un intento de helenización del pueblo judío, que causó entre sus miembros una grave disensión. Muchos adoptaron abiertamente costumbres propias de la cultura griega, reñidas con las prácticas judías tradicionales, mientras que otros se aferraron con tenaz fanatismo a la ley mosaica. La tensión entre ellos fue creciendo hasta desembocar en la rebelión de los macabeos. Esta rebelión se desencadenó cuando un anciano sacerdote llamado Matatías y sus cinco hijos organizaron la lucha contra el ejército sirio. A la muerte de Matatías, Judas, su tercer hijo, quedó al frente de la resistencia y, encabezando a los suyos, reconquistó el templo de Jerusalén, que había sido profanado por los sirios, y procedió a purificarlo y dedicarlo. La Hannuká o fiesta de la Dedicación (Jn 10.22) conmemora este hecho. Convertido en héroe nacional, Judas fue el primero en recibir el sobrenombre de "macabeo" (probablemente, "martillo"), que luego fue dado también a sus hermanos. Después de muerto Simón, el último de los macabeos, la
sucesión recayó en su hijo Juan Hircano I (134–104 a.C.), con quien dio
comienzo la dinastía asmonea. Todavía vivió Judea algunos días de
esplendor, pero, en general, durante el gobierno de los asmoneos se deterioró
progresivamente la estabilidad política. Más tarde entró en juego el imperio
romano y, en el año 63 a.C., el general Pompeyo conquistó Jerusalén y la
anexó, con toda Palestina, a la que ya era oficialmente provincia de Siria. A
partir de ese momento, la propia vida religiosa judía quedó hipotecada,
dirigida aparentemente por el sumo sacerdote en ejercicio, pero sometida en
última instancia a la autoridad imperial. EL IMPERIO GRECOMACEDÓNICO Historia La presencia en Grecia de "tribus griegas" está
atestiguada desde el tercer milenio a.C. Sin embargo, los pueblos griegos, que
llegaron a desarrollar la organización política conocida como polis
(ciudad-estado), no lograron unificarse y se mantuvieron en luchas casi
continuas. Pronto se hizo notar la falta de un digno sucesor de Alejandro. A la muerte de este, su vasto imperio se divide en los llamados "reinos helenísticos". Los más importantes para la historia bíblica fueron el reino de los lágidas o ptolomeos (Egipto) y el de los seléucidas (Siria). Entre el 215–205 a.C., Filipo V de Macedonia se asoció a
Cartago, con el fin de luchar contra los romanos. En el 197 Filipo V es
derrotado por los romanos. Entre el 192 y el 189 a.C. el ejército romano
derrota al imperio seléucida y penetra en Asia Menor. Más tarde Macedonia cae
en poder de Roma. Para el 146 a.C., los romanos destruyen Corinto, y la mayor
parte de Grecia es anexada a Roma. Pocos años bastarán para que caigan
Pérgamo (133 a.C.) y Siria (64 a.C.). En el 47 a.C. Julio César hace a
Cleopatra su corregente en Egipto, y para el 30 a.C., la anexión de Egipto a
Roma será absoluta. Grecia y Palestina A la muerte de Alejandro Magno, los ptolomeos dominaron Egipto y Palestina. Respetaron las costumbres y la religión de los israelitas. Así, el templo fue el lugar donde se desarrollaba la fe y donde se guardaban los bienes destinados para ayudar al huérfano y a la viuda. Pero la dinastía y las políticas de los ptolomeos se debilitaron, y la tolerancia fue poco a poco desapareciendo. Desde el 197 a.C., los seléucidas de Siria, trataron de conquistar Palestina. Lo logró Antíoco IV Epífanes (175–164 a.C.). Trató de imponer a la fuerza las costumbres sirias, y los israelitas se resistieron. Hubo persecución y luchas. Entre los israelitas que se opusieron se cuentan el sacerdote Matatías, Judas Macabeo, Jonatán y Simón, de quienes se habla en los libros deurerocanónicos de los Macabeos. En el 168 a.C. Roma derrotó a Macedonia y acabó con su monarquía. Cuatro años mas tarde, luego de muchas luchas, se forma el reino macabeo de Judea. Antíoco V firmó, en el 162 a.C., el acuerdo de libertad religiosa para los judíos. Pero su sucesor, Demetrio Soter ("el salvador"), ayudado por unos judíos, negó nuevamente los derechos, por lo que las luchas se reanudaron. En el 142 a.C. los israelitas lograron librarse del imperio seléucida, y establecieron la dinastía de los asmoneos, la cual duró poco menos de un siglo, pues en el año 63 a.C. Jerusalén cayó en manos de Pompeyo, y se convirtió en una nueva colonia de Roma. Cultura Los griegos habían alcanzado un gran desarrollo cultural y conocieron épocas de esplendor en las que se cultivaron la literatura, la filosofía, la historia, la escultura, la arquitectura y otras ramas del saber. Cuando Alejandro Magno extiende su imperio, sigue la política de helenizar a los pueblos conquistados, respetando, por otra parte, sus prácticas y creencias religiosas. Se establece un idioma común (el koiné) y se promueve la cultura. Alejandra (fundada en el 331 a.C.) se convertirá en uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo. Religión El periodo helenístico, iniciado con las conquistas de Alejandro se caracteriza por el desarrollo del interés religioso que se expresa en múltiples formas: respeto a las corrientes religiosas del oriente; auge de las religiones mistéricas. En época posterior surge el gnosticismo. En este periodo nace el cristianismo. Helenismo La conquista de inmensos territorios en Asia por parte de Alejandro Magno y el mantenimiento de aquellos territorios bajo las dinastías de los generales de Alejandro Magno, abrió el camino al influjo de la cultura griega en sus múltiples formas en gran parte del mundo antiguo. En la misma Judea se infiltraron las costumbres, la lengua y modos de pensar helenistas sobretodo en capas elitistas y colaboracionistas de la población. Esto provoco la reacción macabea. el judaísmo de la dispersión se vio mas especialmente sometido a la influencia del pensamiento griego. La cultura helenista es el resultado de la interferencia de
influencias griegas y orientales sobre las culturas vernáculas de las
distintas regiones de la cuenca mediterránea. Pero, al mismo tiempo
contribuyeron a caracterizarla alguna circunstancias propia del desarrollo
económico, político, y social de la época. Hubo, en efecto, un intenso
tráfico internacional que acrecentó la riqueza y modificó la condición
social de muchos grupos; de esto resultó también un creciente cosmopolitismo
que debilitó la conciencia de las nacionalidades y favoreció las mutaciones
políticas por obra de la conquista; y resultó también y no es lo menos
importante el surgimiento de populosas ciudades que centralizaron el
intercambio económico, haciéndose, al mismo tiempo, focos de irradiación de
ideas y costumbres. Antioquía, Seleucia, Pérgamo y, sobre todo, Alejandría,
son los núcleos en donde se elabora y se difunde la cultura helenística,
favorecida por la población internacional que abunda en ellas y los recursos
que poseen. LAS ARTES PLÁSTICAS Estas ciudades y otras mejores se enorgullecían de su poderío y se esforzaban por ponerlo de manifiesto cubriéndose de suntuosos edificios y de magnificas obras de arte. Surgió entonces una plástica de caracteres singulares que, aunque conserva los rasgos fundamentales del arte griego, se caracterizan por su magnitud y por la magnificencia de su ornamentación. LA LITERATURA En literatura, la época helenista se caracteriza por el afán con que se estudiaron las obras antiguas. El análisis estilísticos y gramatical de los poemas homéricos y de los grandes monumentos literarios del siglo V estimuló una tendencia a la imitación, del que son claro ejemplo el poema de Apolonio titulado "Los Argonautas" y "Los himnos y epigramas de Calímaco". LA FILOSOFÍA Y LA CIENCIA El pensamiento filosófico de la época helenista arranca de Aristóteles. En el campo de la filosofía, distinta escuelas estudiaron con diferentes puntos de vista los principales temas de esa disciplina, pero, en general, coincidían todas en la trascendencia que le atribuían al problema de la moral y de la conducta. En el campo de la ciencia, fueron numerosos los investigadores que alcanzaron valiosos resultados. Cronología histórica de Grecia
Después de Cristo
|
|||
|
|||